martes, 18 de mayo de 2010

Justicia para Callejerito

A John y Sole, por su lucha infinita

Los tres culpables del artero crimen de un nayarita can callejero están ahora en la picota. Pocas fueron las horas que pasaron detenidos, pero serán peores las que vivan en libertad, pues el fatídico video que tuvieron la osadía de subir al internet para mostrar su “hombría”, su “valentía”, su “osadía” y “triunfo” ante un ser vivo indefenso, inocente y aterrado, les valió la posibilidad de saltar a la fama, sí, pero también la condena pública.

Las redes internautas defensoras de los derechos de los animales han incluso puesto dinero para quien logre darles un escarmiento digno del asesinato.

Las autoridades no cuentan con leyes a la altura. Sus intenciones –si creemos en la buena fe—están maniatadas, son escasas y por ende, asesinos como éstos, salen libres por unos cuantos pesos.

La crueldad genera sed y se quiere más.

Por eso se ha hecho un llamado público. La exigencia es por leyes que protejan a los animales, por justicia para canes como Callejerito, por castigo real para quienes se inician en las fechorías cometiendo estos asesinatos que devienen en más y más hasta convertirse en asesinos de personas indigentes o niñas y niños o mujeres, como en Ciudad Juárez, piedra de toque para el feminicidio.

México no sólo se ha enterado de esta atrocidad. El mundo es ahora testigo y las redes internacionales han condenado el hecho. Ghandi advertía que la grandeza de una nación se mide por la forma en que trata a sus animales.

La marcha del 22 de mayo

Este 22 de mayo quienes aman a los perros, a los gatos, a las aves, a los animales en su conjunto, estarán marchando pacíficamente del Ángel de la Independencia al Zócalo para demandar leyes mejores en favor de la vida de los animales y respeto a sus derechos como seres vivos. La cita es a las once horas de la mañana.

Se pide esterilización gratuita y masiva, que se cierren las perreras y se creen refugios desde donde puedan ser adoptados, eliminar las ventas irresponsables y sin vigilancia de cachorros, campañas en contra de la venta de animales silvestres, campañas informativas y de educación para difundir los derechos de los animales.

Se pide que a la marcha, de la que se sabe tendrá réplicas en casi todos los estados del país, no se acuda con perros para evitar que se deshidraten o padezcan estrés, más allá de provocar conflictos con otros canes o lastimarlos por caminar sobre el asfalto caliente.

Se pide acudir de blanco.

Ejemplos en el mundo

Mucha gente ha visto y comenta los programas de César Millán, El encantador de perros, un mexicano avecindado en Estados Unidos que nos advierte cotidianamente sobre los errores humanos al tratar de educar a nuestros canes.

Mucha más ha visto lo que ocurre cuando los animales domésticos, de granja y silvestres sufren cuando no son atendidos en forma debida y se sucede el maltrato en todos esos otros ejemplos televisivos de los países donde existe policía especializada en rescatar animales.

Marcas de alimento canino hacen campañas en favor de la adopción de canes y gatos callejeros, tratando de ofrecer hogares con cariño.

La historia de Aslan

Era un caniche pulgoso, mugroso y lleno de rastas cuando llegó a casa con posiblemente un año y medio de edad. Sólo el veterinario supo lo que había sufrido. Tenía un par de sendos colmillazos en su cabeza, purulentos y desagradables. Sólo le faltaba un baño, una cama caliente y comida para que se convirtiera en el perro guardián que ahora es, agradecido, cariñoso, juguetón.

Lo trajo Coby, mi hijo, sabiendo que mi corazón es un hotel perruno. Hoy, a cinco años de aquella vieja historia arrancada de entre las llantas de un camión de basura, Aslan es un miembro más de la familia, que goza lo mismo de salud y cuidados, que de vacaciones en la playa, una cama segura y cálida y un parque donde corre con sus amigas y amigos bajo la seguridad y supervisión de la manada que formamos parte las dueñas y dueños de otros canes.

Y, ¿por qué no adoptar una perra o un perro, una gata o un gato y hacernos cargo, pero también demandar leyes que castiguen a quienes son capaces de abandonarlos, maltratarlos e incluso matarlos impunemente como estos tres salvajes nayaritas?

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