martes, 21 de junio de 2011

Tras la Marcha de las Putas


Sí, a la Marcha de las Putas fuimos todas... y todos.

Porque a nosotras nos han estigmatizado de sensibles, débiles, sumisas, lloronas, incapaces, menores, tontas, manipuladoras, marimachas, brujas y... ¡putas! Porque si ellos son sensibles, débiles o llorones son ¡putos!

Porque el estigma lo llevamos desde que nosotras decidimos usar minifaldas o pantalones, escotes, pelo corto, anticonceptivos, dildos, tatuajes, aretes grandes y mil pulseras; porque irrumpimos en el mundo masculino de la sabiduría y el conocimiento, porque aprendimos a leer y escribir, a expresarnos con nuestras propias palabras y desde nuestro propio mundo; porque nos atrevimos a elevar nuestra voz discordante en la política, en la economía, en el trabajo, en el arte, en la literatura, en el sexo, en la sensualidad y el erotismo; porque nos destacamos en la ciencia y en la cultura, porque aprendimos a manejar autos, camiones y hasta el metro, porque usamos plumas y libros lo mismo que taladros, computadoras, cámaras y calculadoras; porque un buen día, decidimos que decir NO era más que suficiente para poner límites de respeto a nuestro intelecto, a nuestras capacidades, a nuestro cuerpo, a nuestro placer.

Ellos, ustedes, porque el estigma lo llevan en la represión al sentimiento, al llanto, a la risa, al amor, al gozo de una sonrisa infantil, al sentido de compartir una tarea cotidiana como barrer, lavar o sacudir que no es más que participar en la vida diaria que implica educar, enseñar, atender, servir al prójimo. Porque les dijeron ¡putos! cuando se atrevieron a usar aretes y tatuajes, pelo largo y camisas rosas o lilas, corbatas moradas, calzado sin calcetines y ropa interior de diseño, o acallaron sus deseos de volver a casa o a decir “te amo” en un corazón colorado.

Porque putos y mandilones son los que llevan a las hijas y los hijos a la guardería o la escuela, porque se quedan a hacer la tarea mientras mamá trabaja, porque les calientan la mamila o le cambian el pañal, porque los llevan al parque o caminan por las calles asiendo una mano tierna, porque expresan su indignación ante el maltrato a la mascota o se preocupan por el medio ambiente.

Porque putos son lo que no responden al viejo cartabón del macho Feo, Fuerte y Formal, el que golpea sin razón y viola por costumbre, el que mide su hombría en la longitud del pene, el que limita su inteligencia, el que provee sin participación ni gozo, el que exige cena y sexo indiscriminado, el que cree que su mundo es sólo el de afuera y no comprende que en el de adentro su ausencia es más nociva.

Sí, en la Marcha de las Putas estuvimos todas y todos, desde todas las trincheras, desde todos los ámbitos de incidencia.

Porque la discriminación constriñe y violenta, porque quien estigmatiza deja traslucir su mísera humanidad, su pobreza de razón, su nimia visión respecto de un mundo más rico y boyante cuando nosotras y ellos tenemos igualdad de derechos sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros desarrollos de intelecto y capacidades; cuando el derecho al placer es de ambos y se comparte, cuando el derecho al trabajo es remunerado en igualdad de condiciones, cuando el privilegio del poder se distribuye en equidad.

Sí, desde el 12 de junio dijimos con mayor énfasis BASTA, alzamos voces para dejar en claro que NO ES NO. No al estereotipo, no al estigma, no a la violencia, no a la discriminación.

1 comentario:

  1. Si me dices 'puta' te denigras a tí mismo, no a mí, porque yo jamás he cobrado por hacer el arte de amar.... y si alguna vez has pagado, o hecho regalos para que alguien te finja amor no mereces mi respeto, pero sí mi compasión. No al estigma! Las mujeres tenemos nuestro lado masculino y los Hombres su lado femenino.... va siendo hora de reconocerlo, de empoderarnos como seres humanos, en vez de denigrarnos los unos contra los otros.

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